El camino de la muerte en bicicleta de montaña

La carretera de la muerte en bicicleta de montaña: una aventura épica en los Yungas bolivianos

La carretera de La Paz a Coroico se ha ganado un nombre digno de una película del Oeste o de Tarantino por los escarpados precipicios que la bordean y su grado de peligrosidad: estrecha y sinuosa, las lluvias anuales hacen que el camino sea a menudo peligroso.

Suspendida entre las cumbres de los Andes y la exuberante vegetación tropical de los Yungas, la Carretera de la Muerte ofrece una experiencia de aventura inigualable para los amantes de las emociones fuertes.

Leyenda e historia

La Ruta de la Muerte, también conocida como Camino de la Muerte, fue considerada en su día la carretera más peligrosa del mundo debido a sus pronunciadas curvas, vertiginosos acantilados e impredecibles condiciones meteorológicas. Construido en la década de 1930 por prisioneros paraguayos, el Camino de la Muerte une la ciudad de La Paz con la región de los Yungas, ofreciendo vistas impresionantes a cada paso.

Una aventura emocionante

Este vertiginoso descenso permite, sin embargo, apreciar el cambio gradual de la vegetación: de las altas cumbres de los Andes se pasa progresivamente a la vegetación de selva alta, con plantaciones de café y frutas exóticas. Es una auténtica zambullida en el corazón de los valles de los Yungas.

Pero afortunadamente para usted (y para nosotros), se ha despejado una nueva carretera para hacer más fluida la conexión con Coroico.

La carretera de la muerte sigue abierta a los aventureros que, en sus bicicletas de montaña, quieran alcanzar los verdes valles inferiores, bordeando el abismo a cada paso.

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